Introducción a la biometría aplicada

22/11/2023|6 min|

La biometría permite identificar a las personas de manera segura, cómoda y rápida. Explicamos las cuestiones fundamentales para saber elegir las tecnologías y sistemas más adecuados para cada sector de actividad.

En general, nos identificamos tradicionalmente con algo que sabemos (un nombre, un código) o con algo que portamos (una tarjeta, un teléfono móvil). Y en algunos casos con 2 ó más factores para aumentar la seguridad, como es el caso de la utilización de una tarjeta y un PIN para sacar dinero de un cajero automático.

La digitalización de los procesos ha aumentado nuestra necesidad de identificarnos de manera automática, y con ello las amenazas a la usurpación de la identidad digital por parte de hackers y otros delincuentes.

Con los métodos mayoritariamente utilizados necesitamos varios factores de autenticación y de alta complejidad para tener un nivel de seguridad elevado. El uso de contraseñas, por ejemplo, debe conllevar que sean largas y complejas, distintas para cada sistema, y que las cambiemos periódicamente.

Por tanto, la seguridad supone un alto nivel de incomodidad para los usuarios. Y como en general tendemos a la comodidad, los sistemas de identificación acaban siendo inseguros.

Para cubrir esta necesidad de seguridad y comodidad simultáneas en la identificación se desarrollan las tecnologías biométricas. Se basan en que tenemos partes de nuestro cuerpo que se diferencian de las de otras personas lo suficiente como para poder identificar unívocamente a cada persona con seguridad. Por ejemplo: las huellas dactilares, el rostro, la voz, o los iris.

Con la biometría nos identificamos por algo que somos, y por tanto:

  • Es muy seguro. Nadie nos puede robar o copiar nuestro cuerpo. A diferencia de una tarjeta que se puede copiar o robar, o una contraseña que se puede hackear.
  • Es muy cómodo. No tenemos nada que portar y que hayamos podido perder ni nada que recordar que hayamos podido olvidar.

La tecnología biométrica más segura es el análisis de ADN, que por las características que presenta sólo se suele utilizar para actividades forenses. Las que se pueden utilizar de manera rápida para la realización de identificaciones en tiempo real, por orden de seguridad, son: biometría de iris, de mapa vascular, de huella dactilar, facial, y de voz.

Existen otro tipo de tecnologías biométricas basadas en el comportamiento, como la dinámica de tecleo en un PC, o la forma de caminar o gait analysis, pero de mucha menor seguridad y más difícil aplicación.

En general los sistemas biométricos profesionales disponen de:

  • Servidores biométricos equipados con AFIS (Automatic Fingerprint Identification System) si sólo son de huella dactilar, o con ABIS (Automátic Biometric Identification System) cuando incorporan otras tecnologías biométricas adicionales como iris o facial que les hacen sistemas multibiométricos.
  • En los puntos de identificación suele haber PCs o dispositivos móviles con software cliente que se comunica con el servidor biométrico.
  • Sensores biométricos conectados al PC o dispositivo móvil, que son escáneres específicos diseñados para hacer fotos de calidad de la huella dactilar, o del iris, o cámaras para el rostro.

El software cliente recoge la imagen de la muestra biométrica (iris, huella, rostro, mapa vascular de venas) capturada por el sensor en local, y se comunica con el servidor biométrico, que realiza las funciones de identificación.

En los sistemas pequeños podemos no disponer de un servidor biométrico, y toda la operación será llevada a cabo en un único dispositivo. Es el caso, por ejemplo, de un dispositivo de huella dactilar colocado en la pared para abrir una puerta de una oficina.

Las funciones biométricas fundamentales son:

  • Identificación 1:N (uno a todos), de una muestra tomada en vivo contra todas las de la base de datos biométrica.
  • Verificación 1:1 (uno a uno), de una muestra tomada en vivo contra las muestras almacenadas de una determinada persona.
  • Identificación segmentada 1:n (uno a pocos), de una muestra tomada en vivo contra un subconjunto segmentado de la base de datos por diversas características (por ejemplo, identificación sólo entre los habitantes de una ciudad determinada).
  • Enrolamiento o registro biométrico de las muestras tomadas en vivo en la base de datos biométrica. Se realiza una vez para cada persona, para poderle identificar con seguridad a partir de dicho registro.

No existe una tecnología biométrica superior a las demás en todos los casos, sino que dependiendo de la aplicación es mejor utilizar una u otra. Por ejemplo:

  • La biometría de iris es la más segura si vamos a identificar personas en bases de datos grandes. Presenta además la ventaja de que es sin contacto, y se puede utilizar a través de gafas.
  • La biometría de huella dactilar, con contacto, es muy segura, sobre todo teniendo en cuenta que podemos utilizar varios dedos para aumentar la seguridad en la identificación en bases de datos grandes. Y los sensores de huella tienen mucho menor precio que los de iris.
  • La biometría facial permite la utilización de cámaras existentes, y la ergonomía de uso es muy sencilla, todo el mundo sabe hacerse un selfie. Por contra su nivel de seguridad es bajo para identificaciones en bases de datos biométricas grandes, y presenta dificultades en rostros con oclusiones y cambios de aspecto facial (mascarillas, gafas, barbas, etc.)

La biometría no es una única solución, es una tecnología que se puede aplicar de formas distintas a los procesos empresariales, y conviene elegir adecuadamente cuál utilizar en cada caso. Por ejemplo, el sistema que utilicemos para abrir una puerta en una oficina poco tiene en común con el que tengamos que utilizar en una prisión para el censo de presos y control de visitas, más allá de que utilicen principios biométricos en la construcción de ambas soluciones.

En la elección del sistema biométrico adecuado para cada sector y necesidad es básico tomar en consideración diversas cuestiones, que como mínimo serán:

  • El nivel de seguridad necesario. 
  • El tamaño de la base de datos biométrica.
  • El número de puntos de identificación necesarios. 
  • Puntos de identificación fijos y/o móviles.
  • El perfil de las personas que van a realizar las identificaciones. 
  • Si los usuarios identifican a otras personas o a sí mismos.
  • La ergonomía necesaria en el proceso de identificación.
  • Hay casos de uso diferentes que requieren varias tecnologías biométricas distintas, incluso con tipos de sensores diversos.
  • El nivel de integración necesario con las aplicaciones corporativas existentes.
  • El presupuesto económico disponible.

En futuros artículos ampliaremos cuestiones relacionadas con el uso de las diferentes tecnologías biométricas.

Averigua cómo Verázial ID utiliza las más avanzadas tecnologías biométricas para solucionar todos los problemas de identificación en tu sector.

Contacta con nosotros para una demostración y/o estudio personalizado.

Referencias
  1. Biometría por huella dactilar. [Tomada de Freepik]

Introducción a la biometría aplicada

22/11/2023|6 min|

La biometría permite identificar a las personas de manera segura, cómoda y rápida. Explicamos las cuestiones fundamentales para saber elegir las tecnologías y sistemas más adecuados para cada sector de actividad.

En general, nos identificamos tradicionalmente con algo que sabemos (un nombre, un código) o con algo que portamos (una tarjeta, un teléfono móvil). Y en algunos casos con 2 ó más factores para aumentar la seguridad, como es el caso de la utilización de una tarjeta y un PIN para sacar dinero de un cajero automático.

La digitalización de los procesos ha aumentado nuestra necesidad de identificarnos de manera automática, y con ello las amenazas a la usurpación de la identidad digital por parte de hackers y otros delincuentes.

Con los métodos mayoritariamente utilizados necesitamos varios factores de autenticación y de alta complejidad para tener un nivel de seguridad elevado. El uso de contraseñas, por ejemplo, debe conllevar que sean largas y complejas, distintas para cada sistema, y que las cambiemos periódicamente.

Por tanto, la seguridad supone un alto nivel de incomodidad para los usuarios. Y como en general tendemos a la comodidad, los sistemas de identificación acaban siendo inseguros.

Para cubrir esta necesidad de seguridad y comodidad simultáneas en la identificación se desarrollan las tecnologías biométricas. Se basan en que tenemos partes de nuestro cuerpo que se diferencian de las de otras personas lo suficiente como para poder identificar unívocamente a cada persona con seguridad. Por ejemplo: las huellas dactilares, el rostro, la voz, o los iris.

Con la biometría nos identificamos por algo que somos, y por tanto:

  • Es muy seguro. Nadie nos puede robar o copiar nuestro cuerpo. A diferencia de una tarjeta que se puede copiar o robar, o una contraseña que se puede hackear.
  • Es muy cómodo. No tenemos nada que portar y que hayamos podido perder ni nada que recordar que hayamos podido olvidar.

La tecnología biométrica más segura es el análisis de ADN, que por las características que presenta sólo se suele utilizar para actividades forenses. Las que se pueden utilizar de manera rápida para la realización de identificaciones en tiempo real, por orden de seguridad, son: biometría de iris, de mapa vascular, de huella dactilar, facial, y de voz.

Existen otro tipo de tecnologías biométricas basadas en el comportamiento, como la dinámica de tecleo en un PC, o la forma de caminar o gait analysis, pero de mucha menor seguridad y más difícil aplicación.

En general los sistemas biométricos profesionales disponen de:

  • Servidores biométricos equipados con AFIS (Automatic Fingerprint Identification System) si sólo son de huella dactilar, o con ABIS (Automátic Biometric Identification System) cuando incorporan otras tecnologías biométricas adicionales como iris o facial que les hacen sistemas multibiométricos.
  • En los puntos de identificación suele haber PCs o dispositivos móviles con software cliente que se comunica con el servidor biométrico.
  • Sensores biométricos conectados al PC o dispositivo móvil, que son escáneres específicos diseñados para hacer fotos de calidad de la huella dactilar, o del iris, o cámaras para el rostro.

El software cliente recoge la imagen de la muestra biométrica (iris, huella, rostro, mapa vascular de venas) capturada por el sensor en local, y se comunica con el servidor biométrico, que realiza las funciones de identificación.

En los sistemas pequeños podemos no disponer de un servidor biométrico, y toda la operación será llevada a cabo en un único dispositivo. Es el caso, por ejemplo, de un dispositivo de huella dactilar colocado en la pared para abrir una puerta de una oficina.

Las funciones biométricas fundamentales son:

  • Identificación 1:N (uno a todos), de una muestra tomada en vivo contra todas las de la base de datos biométrica.
  • Verificación 1:1 (uno a uno), de una muestra tomada en vivo contra las muestras almacenadas de una determinada persona.
  • Identificación segmentada 1:n (uno a pocos), de una muestra tomada en vivo contra un subconjunto segmentado de la base de datos por diversas características (por ejemplo, identificación sólo entre los habitantes de una ciudad determinada).
  • Enrolamiento o registro biométrico de las muestras tomadas en vivo en la base de datos biométrica. Se realiza una vez para cada persona, para poderle identificar con seguridad a partir de dicho registro.

No existe una tecnología biométrica superior a las demás en todos los casos, sino que dependiendo de la aplicación es mejor utilizar una u otra. Por ejemplo:

  • La biometría de iris es la más segura si vamos a identificar personas en bases de datos grandes. Presenta además la ventaja de que es sin contacto, y se puede utilizar a través de gafas.
  • La biometría de huella dactilar, con contacto, es muy segura, sobre todo teniendo en cuenta que podemos utilizar varios dedos para aumentar la seguridad en la identificación en bases de datos grandes. Y los sensores de huella tienen mucho menor precio que los de iris.
  • La biometría facial permite la utilización de cámaras existentes, y la ergonomía de uso es muy sencilla, todo el mundo sabe hacerse un selfie. Por contra su nivel de seguridad es bajo para identificaciones en bases de datos biométricas grandes, y presenta dificultades en rostros con oclusiones y cambios de aspecto facial (mascarillas, gafas, barbas, etc.)

La biometría no es una única solución, es una tecnología que se puede aplicar de formas distintas a los procesos empresariales, y conviene elegir adecuadamente cuál utilizar en cada caso. Por ejemplo, el sistema que utilicemos para abrir una puerta en una oficina poco tiene en común con el que tengamos que utilizar en una prisión para el censo de presos y control de visitas, más allá de que utilicen principios biométricos en la construcción de ambas soluciones.

En la elección del sistema biométrico adecuado para cada sector y necesidad es básico tomar en consideración diversas cuestiones, que como mínimo serán:

  • El nivel de seguridad necesario. 
  • El tamaño de la base de datos biométrica.
  • El número de puntos de identificación necesarios. 
  • Puntos de identificación fijos y/o móviles.
  • El perfil de las personas que van a realizar las identificaciones. 
  • Si los usuarios identifican a otras personas o a sí mismos.
  • La ergonomía necesaria en el proceso de identificación.
  • Hay casos de uso diferentes que requieren varias tecnologías biométricas distintas, incluso con tipos de sensores diversos.
  • El nivel de integración necesario con las aplicaciones corporativas existentes.
  • El presupuesto económico disponible.

En futuros artículos ampliaremos cuestiones relacionadas con el uso de las diferentes tecnologías biométricas.

Averigua cómo Verázial ID utiliza las más avanzadas tecnologías biométricas para solucionar todos los problemas de identificación en tu sector.

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Referencias
  1. Biometría por huella dactilar. [Tomada de Freepik]

Introducción a la biometría aplicada

22/11/2023|6 min|

La biometría permite identificar a las personas de manera segura, cómoda y rápida. Explicamos las cuestiones fundamentales para saber elegir las tecnologías y sistemas más adecuados para cada sector de actividad.

En general, nos identificamos tradicionalmente con algo que sabemos (un nombre, un código) o con algo que portamos (una tarjeta, un teléfono móvil). Y en algunos casos con 2 ó más factores para aumentar la seguridad, como es el caso de la utilización de una tarjeta y un PIN para sacar dinero de un cajero automático.

La digitalización de los procesos ha aumentado nuestra necesidad de identificarnos de manera automática, y con ello las amenazas a la usurpación de la identidad digital por parte de hackers y otros delincuentes.

Con los métodos mayoritariamente utilizados necesitamos varios factores de autenticación y de alta complejidad para tener un nivel de seguridad elevado. El uso de contraseñas, por ejemplo, debe conllevar que sean largas y complejas, distintas para cada sistema, y que las cambiemos periódicamente.

Por tanto, la seguridad supone un alto nivel de incomodidad para los usuarios. Y como en general tendemos a la comodidad, los sistemas de identificación acaban siendo inseguros.

Para cubrir esta necesidad de seguridad y comodidad simultáneas en la identificación se desarrollan las tecnologías biométricas. Se basan en que tenemos partes de nuestro cuerpo que se diferencian de las de otras personas lo suficiente como para poder identificar unívocamente a cada persona con seguridad. Por ejemplo: las huellas dactilares, el rostro, la voz, o los iris.

Con la biometría nos identificamos por algo que somos, y por tanto:

  • Es muy seguro. Nadie nos puede robar o copiar nuestro cuerpo. A diferencia de una tarjeta que se puede copiar o robar, o una contraseña que se puede hackear.
  • Es muy cómodo. No tenemos nada que portar y que hayamos podido perder ni nada que recordar que hayamos podido olvidar.

La tecnología biométrica más segura es el análisis de ADN, que por las características que presenta sólo se suele utilizar para actividades forenses. Las que se pueden utilizar de manera rápida para la realización de identificaciones en tiempo real, por orden de seguridad, son: biometría de iris, de mapa vascular, de huella dactilar, facial, y de voz.

Existen otro tipo de tecnologías biométricas basadas en el comportamiento, como la dinámica de tecleo en un PC, o la forma de caminar o gait analysis, pero de mucha menor seguridad y más difícil aplicación.

En general los sistemas biométricos profesionales disponen de:

  • Servidores biométricos equipados con AFIS (Automatic Fingerprint Identification System) si sólo son de huella dactilar, o con ABIS (Automátic Biometric Identification System) cuando incorporan otras tecnologías biométricas adicionales como iris o facial que les hacen sistemas multibiométricos.
  • En los puntos de identificación suele haber PCs o dispositivos móviles con software cliente que se comunica con el servidor biométrico.
  • Sensores biométricos conectados al PC o dispositivo móvil, que son escáneres específicos diseñados para hacer fotos de calidad de la huella dactilar, o del iris, o cámaras para el rostro.

El software cliente recoge la imagen de la muestra biométrica (iris, huella, rostro, mapa vascular de venas) capturada por el sensor en local, y se comunica con el servidor biométrico, que realiza las funciones de identificación.

En los sistemas pequeños podemos no disponer de un servidor biométrico, y toda la operación será llevada a cabo en un único dispositivo. Es el caso, por ejemplo, de un dispositivo de huella dactilar colocado en la pared para abrir una puerta de una oficina.

Las funciones biométricas fundamentales son:

  • Identificación 1:N (uno a todos), de una muestra tomada en vivo contra todas las de la base de datos biométrica.
  • Verificación 1:1 (uno a uno), de una muestra tomada en vivo contra las muestras almacenadas de una determinada persona.
  • Identificación segmentada 1:n (uno a pocos), de una muestra tomada en vivo contra un subconjunto segmentado de la base de datos por diversas características (por ejemplo, identificación sólo entre los habitantes de una ciudad determinada).
  • Enrolamiento o registro biométrico de las muestras tomadas en vivo en la base de datos biométrica. Se realiza una vez para cada persona, para poderle identificar con seguridad a partir de dicho registro.

No existe una tecnología biométrica superior a las demás en todos los casos, sino que dependiendo de la aplicación es mejor utilizar una u otra. Por ejemplo:

  • La biometría de iris es la más segura si vamos a identificar personas en bases de datos grandes. Presenta además la ventaja de que es sin contacto, y se puede utilizar a través de gafas.
  • La biometría de huella dactilar, con contacto, es muy segura, sobre todo teniendo en cuenta que podemos utilizar varios dedos para aumentar la seguridad en la identificación en bases de datos grandes. Y los sensores de huella tienen mucho menor precio que los de iris.
  • La biometría facial permite la utilización de cámaras existentes, y la ergonomía de uso es muy sencilla, todo el mundo sabe hacerse un selfie. Por contra su nivel de seguridad es bajo para identificaciones en bases de datos biométricas grandes, y presenta dificultades en rostros con oclusiones y cambios de aspecto facial (mascarillas, gafas, barbas, etc.)

La biometría no es una única solución, es una tecnología que se puede aplicar de formas distintas a los procesos empresariales, y conviene elegir adecuadamente cuál utilizar en cada caso. Por ejemplo, el sistema que utilicemos para abrir una puerta en una oficina poco tiene en común con el que tengamos que utilizar en una prisión para el censo de presos y control de visitas, más allá de que utilicen principios biométricos en la construcción de ambas soluciones.

En la elección del sistema biométrico adecuado para cada sector y necesidad es básico tomar en consideración diversas cuestiones, que como mínimo serán:

  • El nivel de seguridad necesario. 
  • El tamaño de la base de datos biométrica.
  • El número de puntos de identificación necesarios. 
  • Puntos de identificación fijos y/o móviles.
  • El perfil de las personas que van a realizar las identificaciones. 
  • Si los usuarios identifican a otras personas o a sí mismos.
  • La ergonomía necesaria en el proceso de identificación.
  • Hay casos de uso diferentes que requieren varias tecnologías biométricas distintas, incluso con tipos de sensores diversos.
  • El nivel de integración necesario con las aplicaciones corporativas existentes.
  • El presupuesto económico disponible.

En futuros artículos ampliaremos cuestiones relacionadas con el uso de las diferentes tecnologías biométricas.

Averigua cómo Verázial ID utiliza las más avanzadas tecnologías biométricas para solucionar todos los problemas de identificación en tu sector.

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Referencias
  1. Biometría por huella dactilar. [Tomada de Freepik]